Las muñecas que integraron la muestra de Helena son fruto de una investigación de dos años, en los que la artista exploró diversas maneras de darle cuerpo a estas esculturas blandas, que ella llama de «Anatomías textiles». Todas se caracterizan por ser creadas a partir de textiles con historia, reciclados; por ser cosidas a mano -a través de una costura lenta y meditativa-; por la expresividad visual que permite adivinar el pasado de ilustradora de su autora; y por ser quienes ofician de presentadoras -en sociedad- de la obra de Helena.