El arteterapia surge del entrecruzamiento de las artes visuales, las primeras investigaciones en psiquiatría sobre el arte en hospitales, la psicología clínica y la educación a través del arte. Constituida como profesión independiente desde hace más de 80 años -tanto en EEUU como en el Reino Unido- acerca las artes visuales a quienes consultan, para contarse y poder crear nuevas narrativas a través de ellas. La premisa fundante del arteterapia es devolver a las manos y a nuestro cuerpo en movimiento la capacidad de mostrar quiénes y cómo somos. Pone en el centro de la terapéutica de la salud mental a la que ha sido nuestra lengua materna desde los inicios de la humanidad: la de las imágenes.
En mi práctica de arteterapia desde 1995 a la fecha, he trabajado con variados lenguajes visuales y poblaciones diversas, tanto en formatos grupales como individuales. Un breve “en suma” debería incluir mi fascinación con el collage analógico, los libros alterados y el ensamblaje, si bien todos los materiales son bienvenidos en mi taller. En los últimos años, he investigado las posibilidades concretas y simbólicas de las prácticas textiles para decir(nos) y, más concretamente, de las muñecas hechas a mano.